martes, 14 de julio de 2009

Lectura: San Mateo: 15: 21-29.
Por: Vladimir Orellana Cárcamo
Fecha: 8 de marzo de 2009.


A Jesús, según consignan los evangelistas, lo seguían hombres de distintas ocupaciones: campesinos, pescadores, artesanos, recolectores de impuestos, etc. Todos ellos, se allegaban al Maestro, en busca de consuelo y enseñanza acerca de los valores del reino de Dios. Pero no sólo varones siguieron y confiaron en Jesús de Nazareth, también hubo mujeres que creyeron en su mensaje. Presentamos a continuación, algunas mujeres que aparecen en los evangelios, cuya fe las convirtió en protagonistas dentro del ministerio público de Jesús:

1) La fe persistente de la mujer cananea (Mateo 15: 21-28)
Es una de las primeras mujeres que se acercó al Maestro para implorarle sanidad a favor de su hija “perturbada por un demonio”. Aparentemente fue rechazada por el Señor, debido a que no era judía. Según Marcos, era sirofenicia, es decir, habitante de la región costera de la provincia romana de Siria. Sin embargo, su humildad y persistencia permitieron que Cristo obrara el milagro solicitado. Es más, Jesús, la califica como una mujer de gran fe. (v.28).

2) La mujer con flujo de sangre ( Lucas 8: 43-48).
Otra heroína de la fe, es la mujer atormentada por un lapso de doce años por un flujo sanguíneo. Sin embargo ésta mujer pensaba que si tan sólo tocaba el borde del manto de Jesús sería sana de su enfermedad. Abriéndose paso entre la multitud que rodeaba al Mesías, logró palpar la orilla de su manto. Jesús percibe el roce de una mano sobre su abrigo. ”¿Quién me ha tocado?” pregunta; seguidamente, llena de gratitud por haber sido sana al instante, la mujer se postra ante Jesús, quien la reivindica diciéndole: “¡Hija, tu fe te ha salvado; vé en paz” (v. 48).

3) Las mujeres junto a la cruz de Jesús: (Juan 19: 25)
Sorprende saber que quienes acompañaron a Jesús, hasta el último momento de su vida terrenal, fueron tres mujeres: María, su madre, María, mujer de Cleofás y María Magdalena. ¡Mujeres valientes! Estuvieron al pie de la cruz , “cuando muchos lo abandonaron, las mujeres permanecieron. Con lágrimas… pero aguantaron hasta el final” afirma la escritora Loida Ortiz.

4) Mujeres anunciadoras de la resurrección de Cristo: ( Lucas 24:1-12)
Un grupo de mujeres encabezadas por María Magdalena, Juana y María, madre de Jacabo, el primer día de la semana, se dirigieron con especias aromáticas, hasta la tumba donde yacía el cuerpo de Jesús. Al llegar a dicho lugar, experimentaron la dicha de recibir de labios de unos “varones con vestiduras blancas” la buena noticia de que Jesús había resucitado. Ellas sin dudar en absoluto, corrieron a comunicarles a los once discípulos lo acontecido. Sin embargo, a los once, les parecieron “locas las palabras” de las mujeres. No les creyeron. Tuvo que correr Pedro hasta el sepulcro y constar que en realidad la tumba esta vacía, para que los hombres aceptaran el mensaje de las mujeres.

¿Qué extraño, verdad, el proceder incrédulo de los discípulos? ¿Acaso los once pensaban que la revelación divina era exclusiva para los hombres? Es por eso que Pablo, escribió una gran declaración irrefutable:”Ya no hay judío ni griego: no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” ( Gál.3:28).

Con los ejemplos antes expuestos, se puede percibir que las mujeres jugaron un rol protagónico durante los días Cristo acá en la tierra. En los evangelios aparecen con una gran dosis de fe para vencer los obstáculos en su afán por lograr un milagro en su vida y para comunicar los valores del reino de Dios. Hoy en día, las mujeres cristianas, al igual que aquellas del relato bíblico, con fe y gozo prosiguen anunciando que Cristo ha resucitado, para darle vida eterna a todo aquel que lo reciba.

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